Información:
Los conejos son animales herbívoros y necesitan más cantidad de heno que de pienso, además de una serie de verduras entre las que deberíamos evitar la lechuga romana por las diarreas que puede ocasionar.
Son portadores de parásitos tanto internos (gusanos) como externos (pulgas).
Aquellos que tienen un caracter muy fuerte o simplemente por vivir con otros conejos, es conveniente que sean castrados a partir de los 6 meses.
Las vacunas recomendadas para estas mascotas son tres:
• Enfermedad vírica hemorrágica tipo 1
• Enfermedad vírica hemorrágica tipo 2
• Mixomatosis
Los baños no son necesarios puesto que se suelen acicalar ellos mismos.
Se recomienda contactar con el veterinario:
En teoría, ante cualquier cambio de comportamiento que te haga notar “rara” a tu mascota. El tiempo de reacción es muy corto en los conejos: en cuestión de horas o de uno o dos días puede empeorar. Esto puede hacer que cuando lo lleves al veterinario quizá sea demasiado tarde.
El mejor momento para asistir al veterinario es cuando acabas de adquirir tu mascota, para que te podamos informar de todo lo que necesitas saber para que viva el mayor tiempo posible con una buena calidad de vida.
Si observas alguno de estos síntomas, lleva cuanto antes tu mascota al veterinario:
- Cuando está aletargado.
- Apenas se mueve.
- Pérdida de peso acusada en poco tiempo.
- Mocos.
- Dificultad respiratoria.
- Costras o heridas en la piel.
- Bultos anormales en cualquier parte del cuerpo.
- Problemas nerviosos como ladeamiento de la cabeza o volteretas.
- Salivación por la boca.
- Dientes incisivos que no cierran bien y se clavan en la encía.
- Secreción blanquecina por los ojos.
- No come o cada vez come menos.
- No bebe.
- No defeca.
- Heces son más pequeñas de lo normal o diarreicas.
- Orina de un color distinto al habitual. Mucho más densa o no orina.
- Cuando ha comido algún tipo de comida humana que pueda provocarle alteraciones intestinales (patatillas, sobrasada…) o planta tóxica, entendiendo como tóxica cualquier planta ornamental como geranios, potos, planta de pascua…
- Traumas (golpes o movimientos bruscos al saltar que pueden terminar con fracturas de columna).
- Administración de algún producto antiparasitario de perro o gato inapropiado.
- Falta de acicalamiento.